HOSPITALES: la luz que cuida

En un hospital, la iluminación no es un elemento secundario. Es parte del sistema de atención, un factor que influye en el diagnóstico, la recuperación del paciente y la eficiencia energética del centro. A diferencia de otros entornos, los hospitales requieren una iluminación diseñada con criterios técnicos muy específicos, donde cada decisión importa.

9/15/20253 min leer

Exigencias normativas en hospitales

La UNE-EN 12464-1 establece los requisitos mínimos de iluminación en interiores de trabajo, incluyendo hospitales. Estos parámetros garantizan seguridad, confort visual y eficacia en el desempeño de las tareas médicas.

Valores de referencia según la UNE-EN 12464-1
  • Quirófano (mesa de operaciones): entre 1.000 y 10.000 lux, con un UGR máximo de 19 y un CRI mínimo de 90. Se exige una reproducción cromática de alta precisión y ausencia de sombras.

  • Sala de exploración o diagnóstico: 1.000 lux, UGR máximo 19 y CRI mínimo 90. Estos niveles garantizan una evaluación fiable de colores y tejidos.

  • Habitaciones de pacientes (iluminación general): entre 100 y 300 lux, UGR máximo 22 y CRI mínimo 80. La clave está en ofrecer confort visual, con luz de lectura localizada cuando sea necesario.

  • Pasillos y zonas de circulación: 100 lux, UGR máximo 25 y CRI mínimo 80. El objetivo es asegurar la seguridad en el tránsito.

  • Salas blancas y áreas críticas: 500 lux, UGR máximo 19 y CRI mínimo 90. La prioridad aquí es una iluminación homogénea y sin partículas que pueda comprometer la higiene.

Más allá de los números: la práctica real

La norma define mínimos, pero la realidad lumínica añade matices que no se pueden ignorar:

  • Orientación del edificio: no aporta lo mismo una fachada norte que una sur.

  • Protecciones solares: lamas, vinilos o estores cambian el aporte natural.

  • Materiales interiores: la reflectancia de techos y paredes altera la distribución de la luz.

  • Ubicación de sensores: un mal emplazamiento puede apagar o atenuar la luz en pleno uso crítico.

Errores comunes en proyectos hospitalarios
  1. Sensores de presencia mal calibrados → apagan la luz en consultas durante exploraciones.

  2. Deslumbramientos en cabeceros → el paciente tumbado recibe la luz directa en los ojos.

  3. Iluminancia insuficiente en pasillos → aumenta el riesgo de caídas y accidentes.

  4. Uso de luminarias no estancas en áreas críticas → comprometen higiene y seguridad.

Tecnologías clave en la iluminación hospitalaria
  • CRI >90-97: imprescindible para cirugías y diagnósticos.

  • UGR <19: confort visual en tareas prolongadas.

  • 125-200 lm/W: eficiencia energética en instalaciones 24/7.

  • 2700K-6500K: temperatura de color variable para ciclos circadianos.

  • Protección IP65: en quirófanos y salas limpias.

  • Sistemas de control (DALI, Casambi, etc.): regulación dinámica según aporte natural y necesidades médicas.

Checklist rápido para proyectos hospitalarios

Antes de definir una solución lumínica en un hospital, conviene verificar:

  • CRI >90 en áreas críticas (quirófanos, exploración, diagnóstico).

  • Niveles de iluminancia conforme a UNE-EN 12464-1.

  • UGR <19 en espacios de uso intensivo.

  • Protección IP65 en salas blancas y quirófanos.

  • Posición estratégica de sensores de luminosidad y presencia.

  • Integración de luz circadiana en áreas de hospitalización.

  • Materiales higiénicos y luminarias de fácil mantenimiento.

Una reflexión final

La normativa, los valores y los ejemplos que hemos visto son una guía práctica, pero no sustituyen un análisis completo. La UNE-EN 12464-1, el CTE DB HE-3 y otras regulaciones evolucionan constantemente, incorporando nuevos criterios de eficiencia, confort y sostenibilidad.

Por eso, es fundamental contar con profesionales que trabajan a diario con estas normativas, que interpretan cada caso según la realidad lumínica del espacio y que saben anticipar los retos antes de que aparezcan.

La iluminación hospitalaria no se resuelve solo con números: requiere criterio técnico, actualización continua y experiencia en campo.

Cuando la luz se diseña con rigor, se convierte en un aliado para el diagnóstico médico, el bienestar del paciente y la sostenibilidad del hospital.